Porque todo es tan distinto cuando sientes que se perdió un espacio.
Que eso que tanto costó encontrar, armar y construir, de un momento a otro se quebró.
No darse cuenta el segundo en que ese rayito de luz pasó por entremedio de todo y lo trizó.
Desconcertarse porque no se rompió en mil pedacitos imposibles de volver a juntar, sino que lo dejó ahí, inestable, inseguro, adolorido, sin saber si aferrarse y cicatrizar la trizadura o soltarse en desapego y partirse en dos.
Recordar todas las veces que se murmuraba soltar, soltar, soltar...
jueves, 31 de octubre de 2013
domingo, 26 de mayo de 2013
Porque no siempre me dan ganas de escribir.
A veces no tengo nada que decir.
A veces estoy tan 'ocupada' viviendo y sintiendo que no quiero parar a pensarlo y convertirlo en un conjunto de palabras.
Y otras... otras todo lo siento tan de adentro, tan intensa y apasionadamente que quiero gritarlo todo. Que todos sepan que me desbordo de felicidad.
Que lo pienso y cada rincón de mi cuerpo recuerda su mirada, sus besos, sus manos. Sus ojitos mirándome con cara de por fin tranquilidad.
Finally...
Después de tanto venir, de irse, de dudar y creer que todo iba por donde no tenía que ir.
De desilusionar y romperlo todo.De volver y recoger los pedacitos.
De empezar todo de nuevo. Y tratar de hacerlo bien.
Y que te resulte.
Y por fin te piensen y sientan de verdad.
Sin miedos, sin vergüenza, sin trancas.
Encontrándonos.
Reconociéndonos.
A veces no tengo nada que decir.
A veces estoy tan 'ocupada' viviendo y sintiendo que no quiero parar a pensarlo y convertirlo en un conjunto de palabras.
Y otras... otras todo lo siento tan de adentro, tan intensa y apasionadamente que quiero gritarlo todo. Que todos sepan que me desbordo de felicidad.
Que lo pienso y cada rincón de mi cuerpo recuerda su mirada, sus besos, sus manos. Sus ojitos mirándome con cara de por fin tranquilidad.
Finally...
Después de tanto venir, de irse, de dudar y creer que todo iba por donde no tenía que ir.
De desilusionar y romperlo todo.De volver y recoger los pedacitos.
De empezar todo de nuevo. Y tratar de hacerlo bien.
Y que te resulte.
Y por fin te piensen y sientan de verdad.
Sin miedos, sin vergüenza, sin trancas.
Encontrándonos.
Reconociéndonos.
martes, 14 de mayo de 2013
Huevás que prefiere uno.
Prefiero la delicadeza del olor de un libro a la comodidad de un kindle.
Los labios morados del vino tinto, a las suaves burbujas del champagne.
La suavidad de un chocolate derritiéndose en la boca, al cuerpo perfecto.
Ocupar todos los espacios de la casa con discos, a la simpleza de tenerlo todo en un aparatito.
Lo brillante de un cogollo, a la belleza de flores cultivadas en serie.
El sonido de una cinta de VHS, a los coloridos estrambóticos de la alta definición.
Los beatles, a los rolling.
Sentir el pasto bajo mis pies, a la elegancia de unos tacos.La excitación de recibir una carta, a la frialdad tipográfica de un mail.
Lo pegajoso de comer con las manos, a las pinzas de los escargots.
Putear con todas sus letras, a fruncir el ceño.
El milky way, al snickers.
Estar 5 minutos rebobinando con un bic, a apretar un botón y retroceder en el tiempo.
Parecer loca por lo que digo, a callar por parecer correcta.
La buena compañía, a la correcta.
Cagarla una y mil veces, a no hacer nada.
Caer mal, a ser hipócrita.
Ser apasionada, a ser mesurada.
Pero escribo todo esto, para dejarlo en la inexistencia de la virtualidad, desde un aparatito, conectada a algo que no veo, con una tipografía de mierda, escuchando música en otro aparatito, acompañada de un par de girasoles.
Igual...
Eu sou mais eu.
Los labios morados del vino tinto, a las suaves burbujas del champagne.
La suavidad de un chocolate derritiéndose en la boca, al cuerpo perfecto.
Ocupar todos los espacios de la casa con discos, a la simpleza de tenerlo todo en un aparatito.
Lo brillante de un cogollo, a la belleza de flores cultivadas en serie.
El sonido de una cinta de VHS, a los coloridos estrambóticos de la alta definición.
Los beatles, a los rolling.
Sentir el pasto bajo mis pies, a la elegancia de unos tacos.La excitación de recibir una carta, a la frialdad tipográfica de un mail.
Lo pegajoso de comer con las manos, a las pinzas de los escargots.
Putear con todas sus letras, a fruncir el ceño.
El milky way, al snickers.
Estar 5 minutos rebobinando con un bic, a apretar un botón y retroceder en el tiempo.
Parecer loca por lo que digo, a callar por parecer correcta.
La buena compañía, a la correcta.
Cagarla una y mil veces, a no hacer nada.
Caer mal, a ser hipócrita.
Ser apasionada, a ser mesurada.
Pero escribo todo esto, para dejarlo en la inexistencia de la virtualidad, desde un aparatito, conectada a algo que no veo, con una tipografía de mierda, escuchando música en otro aparatito, acompañada de un par de girasoles.
Igual...
Eu sou mais eu.
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