No te veo...
Te miro, te hablo, te siento, te pienso... y no estás...
No quieres estar, quieres seguir siendo arena entre mis manos y fluir...
Buscaba respuestas... y entendi que quizás no estaban, quizás estaban y no las quería ver, o sencillamente, no debería haberlas.
Me desgarro, me ahogo, cuesta respirar... porque te respiro, y no estás.